Tal vez deberías pensar dos veces en cuánto subirás el volumen de tu música favorita.

En los últimos años, hemos observado a jóvenes, mayoritariamente de entre 15 y 18 años, con daños en la audición por el uso de audífonos a volúmenes elevados. Esto indica que escuchan a intensidad, probablemente, mayor a 85 decibeles que es la máxima permisible por tiempos prolongados», asegura Gonzalo Corvera, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología (IMON).

En México no existen estadísticas en referencia al tiempo de uso de los audífonos, pero la Norma Oficial Mexicana afirma que una persona en un ambiente laboral puede estar expuesta a 90 decibles durante ocho horas. Asimismo, en Estados Unidos o Europa, la recomendación es de 85 decibeles en el mismo periodo.

Cuando se escucha música en audífonos a altos niveles, se puede llegar a unos 100 decibeles, lo cual es sumamente fuerte si se compara con los 65 decibeles que alcanza, por ejemplo, una conversación entre dos personas en un espacio normal.

«Los 100 decibeles es como si alguien te estuviera gritando en el oído, y lo que se ha observado es que las personas que usan audífonos para escuchar música durante una hora están más expuestos a pérdida auditiva que un obrero que está expuesto a un sonido de 85 decibeles en una jornada laboral», advierte García.

Subraya que, aunque el sistema auditivo es más resiliente en las personas jóvenes, una sobreexposición a ruido puede provocar diferentes problemas que, inclusive, tienen el riesgo de terminar en demencia. «Cuando una persona ya tiene un daño a nivel audiológico y comienza a esforzarse para escuchar una conversación en un ambiente ruidoso, se provoca que el cerebro empiece a cambiar, y la parte visual invada a la auditiva», explica.

«Cada área del cerebro se encarga de un sentido, y cuando se fuerza la parte visual a invadir a la de la audición se generará algo que se llama ‘reorganización cerebral’, ocasionando problemas de memoria y aprendizaje, y en las personas más grandes, como a los 70 años, incluso puede provocar demencia», advierte.

Recomienda asistir con un profesional de la audición en momentos importantes de la vida, como al entrar a primaria, secundaria, preparatoria u universidad, y después de los 40, por lo menos ir una vez al año a revisión. «Y, ante la menor sospecha de un problema auditivo, siempre hay que atenderlo lo antes posible», subraya.

ALERTA

El sentido del oído es delicado, y en realidad no está hecho para resistir sonidos fuertes durante largos periodos.


Fuente:
El Siglo de Durango / 9 MAR 2023 – 08:24
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